Sedi 2018 de Marco Verona.
Un domingo en casa, si se puede, significa paella…. y casa cuando se habla de vino significa territorio. Sedì es un blanco biologico extremamente territorial, fruto de viticultura heroica en la colina del Candia, en la provincia de Massa-Carrara de la Toscana, con pendientes impracticables que harian renunciar a cualquiera, excepto a Marco Verona. Marco es un apasionado del vino del territorio y no necesita certificados… la garantìa es su pasion. La cantina merece un articulo en la web màs que una simple nota de degustacion, asi que no os adelanto mas…. work in progress.
Sedì es un IGT (por eleccion no entra en los requisitos de la denominacion de origen) , blend de variedades territoriales en esta zona de frontera entre Toscana y Liguria: Vermentino, Malvasia di Candia, Albarola y Trebbiano. Confieso que normalmente prefiero los vinos monovarietales, pero Sedì ensena el porque de las tradiciones y se hace apreciar por su armonia. Conduccion biologica, vinificacion con seis dias (se di) de maceracion, fermentacion espontanea con levaduras indigenas, sin madera y sin clarificacion. Quien da mas?
El color es vivo, cargado, con un tono que roza el dorado en el centro de la copa. Los perfumes de buena intensidad… (aun hay quien dice que el biologico tiene que «apestar»?) necesitan un poco de tiempo para integrarse, y a medida que coje temperatura en la copa, al predominio de la fruta se agnaden toques citricos y de hierbas aromaticas. En boca, es un vino casi opulento pero la nota salina junto con la acidez consiguen equilibrarlo perfectamente.
Me acordaba de un vino de colina Toscana con los recuerdos del mar de Liguria, perfecto para maridar «casa» y territorio. Paella y Sedì, han superado la prueba.
Un defecto….? baja demasiado bien…. y la botella, se acaba enseguida. Me toca esperar al final de la cuarentena para poder recuperar alguna mas.
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